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Toda relación basada en los sentimientos está condenada al fracaso.

El sentimiento, como su nombre lo dice, es mental.  Senti-mental.  El amor no es mental, pertenece al centro superior que hay en mí, que es de origen Divino.

Hemos llegado a creer que lo más lindo que tenemos son los sentimientos, pero no es así.  Es lo más feo que tenemos porque por ellos sufrimos y dañamos nuestras vidas.  Lo más lindo que tenemos es el amor.

¿Por qué digo que los sentimientos son mentales?

Porque según la información que está en tu mente, es lo que tú sientes.  

Te pongo un ejemplo:

Si tú llevas a un mexicano a una carnicería donde venden ganado de alta calidad, se emociona e inmediatamente está pensando en invitar a sus amigos a hacer una maravillosa carne asada.

Pero si tú llevas a la misma carnicería a una persona de origen indio, se va a sentir muy mal porque en India, las vacas son sagradas.

La vaca es la misma.  ¿Qué es lo que cambia?  Cambia la información que tienen en la mente.  La creencia.  El indio creció en un país donde las vacas están protegidas por la ley, y nadie osa hostigarlas, maltratarlas y mucho menos matarlas para comerlas.  Eso es un sacrilegio, y eso es lo que él aprendió.

El mexicano sin embargo aprendió lo contrario.  Las vacas se pueden consumir sin problema y su carne está sumamente valorada.  Te la sirven tanto en restaurantes sofisticados como en los más sencillos.  Es algo de lo más normal encontrarla en todas sus formas en cualquier supermercado.   

Todos sentimos de acuerdo a la información que tenemos en la mente.  A la que nos vendió la cultura.  A veces sentimos bonito, y a veces sentimos feo.  A veces sentimos alegría y a veces tristeza.  A veces sentimos gusto y a veces enojo o vergüenza.  El sentimiento se mueve con mucha rapidez cuando un suceso se presenta.  

Si mi pareja me trae flores siento bonito.  Pero segundos después me entero que lo vieron con otra y siento feo.  Lo que era un sentimiento positivo se convirtió en enojo, tristeza y hasta deseos de venganza.

Esa dualidad sólo la puede tener el sentimiento.  El amor es un principio neutro que no la tiene.  No se va de un lado al otro, ni de arriba abajo.  Siempre se mantiene en el centro.  En el punto de equilibrio.

Cuando una relación de pareja está sustentada en los sentimientos, puede terminar en cualquier momento.  Bastará con que la otra persona haga algo con lo que yo no esté de acuerdo, para que surja la molestia, y el sentimiento se torne negativo.  Por eso los sentimientos no son confiables.

Si yo no estoy de acuerdo con algo que el otro pueda estar haciendo, ese desacuerdo mío genera un sentimiento negativo en mí.  Ese sentimiento negativo me llevará a tomar decisiones equivocadas, basadas en mi molestia.

Acto seguido a mi molestia, lo que voy a hacer es culpar al otro de lo que yo estoy sintiendo, cuando él no tiene la culpa de eso.  Lo que yo siento es responsabilidad mía, así sea basado en un hecho que el otro cometió.

Como por supuesto que al culparlo lo agredo, eso va a hacer que se genere en el otro una respuesta agresiva hacia mí.  Eso nos va a llevar al conflicto, y hasta ahí llegó la relación.

Las relaciones armónicas y satisfactorias no se sustentan en el sentimiento, sino en el amor, que es muy diferente.

El sentimiento no está en mí por casualidad; tiene un propósito.  Gracias a él yo puedo reconocer la ignorancia que hay en mi mente para poder así limpiarla.  Una vez que yo ya la reconocí y me decidí a limpiar esa ignorancia, el sentimiento ya no es necesario en mí.

En ese momento dejo la dualidad del sentirme bien y mal, y la sustituyo por una expresión constante de amor, donde la característica principal es la neutralidad y el equilibrio.

El sentimiento nos hace sufrir.  El amor te tiene en felicidad constante.

El sentimiento es ignorante.  El amor es sabio.

El amor me libera de todo sufrimiento y de toda dificultad ya que el Amor es una comprensión del orden del universo.  Es una energía que viene del Padre.

Sólo el amor puede convertir tu vida es una experiencia de gozo, paz y felicidad constante.

Sólo el amor te puede llevar a ver la belleza que hay en todo cuanto existe y sucede.

Sólo el amor te lleva a aceptar a los demás tal cual son, sin intentar cambiarlos.  Y a respetarlos sin juzgar.

Eso no lo puede hacer el sentimiento.