* A valorarte siempre al reconocer tu grandeza y tu esencia divina.
* A comprender quién eres tú, ya que normalmente lo confundimos.
* A descubrir qué es lo mejor que hay en tí.
* A transformarte en lo que realmente eres.
* A descubrir tu tesoro interior, y cómo compartirlo.
* A reconocer cuál es el mundo que te corresponde.
* A entrenarte en las claves de la excelencia.
* A utilizar sin límites tus valores y virtudes.
* A actuar desde lo mejor que hay en ti, para obtener éxito y satisfacción en tu vida.